«Podrás ayudar igual, aunque te impliques»

Ya habréis visto en muchos casos que los terapeutas no son capaces de tratar a sus seres queridos porque dicen que se implican emocionalmente. Como todos, yo también he conocido terapeutas muy competentes que a la hora de intentar ayudar a un familiar se ponen nerviosos, se bloquean y al final, frustrados, se ven obligados a recurrir a otro profesional.

Una de las cosas interesantes de ésta técnica es que no importa demasiado si nos afecta o no el problema de la persona a tratar ya que la técnica es muy sencilla de hacer aunque estemos removidos emocionalmente.  Además, en el caso de que nos angustie mucho el caso, tenemos el privilegio de poder aliviarnos nosotros antes de iniciar las sesiones.

Hace poco apareció en mi consulta una psicóloga que intentaba desesperadamente ayudar a un familiar cercano a recuperarse de una enfermedad grave, según los médicos,  irreversible. En una sesión de 90 min conseguimos aliviar tanto su frustración, su impotencia y su tristeza, que confundida me preguntó: Ahora, cuando vaya a ver a mi hermano, así si sentir nada, ¿esto es bueno?

Entonces le dije: Claro que sí. Ahora, estando más tranquila podrás cuidarlo mejor, tomar decisiones más acertadas… ¿no crees?

Y comprendiendo, más aliviada al ver que no era frialdad sino calma lo que se llevaba, respondió: Ah, sí, supongo, gracias.

Aquí tenéis una técnica maravillosa porque permite que nos ayudemos entre la familia, los amigos, etc. Nos ayuda a ahorrar mucha energía, mucho tiempo y dinero, y lo más bonito, a unirnos más con nuestros seres queridos.

Gracias por estar ahí. Hasta pronto.